lunes, 23 de julio de 2007

El Mundial del otro mundo…

El Mundial sub 20 se ha convertido desde su creación allá por el año de 1977, en una de las vitrinas en donde se proyectan las que se convertirán en las futuras estrellas del fútbol mundial. Jugadores como Diego Maradona, Robert Prosinecky, Davor Suker, Luis Figo ó Ronaldinho, dieron sus primeros pasos para convertirse en las figuras mundiales en las que se convirtieron con el tiempo. Este torneo, nació como un derivado de los Campeonatos Mundiales de Naciones, es organizado por la FIFA cada dos años.

Resulta interesante porque desde su nacimiento en Túnez 1977 es el campeonato de la FIFA de mayor importancia que explora plazas alternativas a las convencionales (Europa Occidental y Sudamérica), y de esta manera ha sido el laboratorio de prueba para que la FIFA comenzara a organizar una Copa del Mundo en Asia, África , Oceanía, el Medio Oriente o Norteamérica. La última edición fue organizada en Canada en el 2007, y la próxima será en Egipto en el 2009.

Resulta particularmente notable el dominio de las selecciones latinoamericanas en este nivel, en particular de las dos potencias, Argentina y Brasil.

De las dieciseis ediciones que se han realizado, la Argentina se ha proclamado campeona en seis ocasiones: en Japón 1979, con un Diego Armando Maradona pletórico y un Ramón Díaz en plan goleador, en Qatar 1995, que fue la primera copa de José Pekerman como técnico y en la que la estrella argentina fue Esteban Cambiasso, en Malasia 1997, con Pablo Aimar como enganche, en Argentina 2001, con Javier Saviola como campeón goleador, en Holanda 2005 donde nace la estrella de Lionel Messi y ahora en Canadá 2007 liderados por el Sergio “Kun” Aguero. Además quedó en segundo lugar en México 1983, y cuarto en Emiratos Árabes 2003.


La siguiente selección más ganadora es Brasil que ha sido campeón en cuatro ocasiones, en México 1983 con Geovani como mejor hombre, en la URSS 1985, Australia 1993 y Emiratos Árabes 2003. Pero además ha quedado en segundo lugar en Portugal 1991, y en Qatar 1993, y en tercero en Túnez 1977, en Arabia Saudita 1989 y en Holanda 2005.


Además de estas dos potencias, llama poderosamente la atención la destacada actuación de otras selecciones del continente américano:

Uruguay ha tenido buenas participaciones en este nivel, quedando en segundo lugar en Malasia 1997, con Nicolás Olivera, el jugador que ahora milita en Atlas, como mejor jugador, luego obtuvo un tercer lugar en Japón 1979 y cuarto lugar en Túnez 1977 y en Nigeria 1999.



Chile quedó tercero ahora en Canadá 2007 y había quedado en cuarta posición en Chile 1987. México quedó segundo en Túnez 1977,con Horacio Casarín como técnico y perdiendo la final en penales. Colombia quedó en tercer lugar en Emiratos Árabes 2003, Estados Unidos quedó cuarto Arabia Saudita 1989 y Paraguay también cuarto en Argentina 2001.

Otra cosa que llama poderosamente la atención es la excelente participación de las selecciones africanas:

Ghana ha quedado en segundo lugar en dos ocasiones, en Australia 1993 y en Argentina 2001, además de quedar en cuarto lugar en Malasia 1997. Nigeria quedó en segundo lugar también en dos ocasiones, en Arabia Saudita 1989 y en Holanda 2005, además de quedar en tercero en la URSS 1985. Luego Mali quedo en tercer lugar en Nigeria 1999, Egipto también en tercero en Argentina 2001, y Marruecos en cuarto en Holanda 2005.

Llama la atención también los resultados de las selecciones asiáticas y de Oceanía: Qatar quedó en segundo lugar en Australia 1981, Japón hizo lo mismo en Nigeria 1999, y Corea del Sur quedó en cuarta posición en México 1983. La selección australiana quedó dos veces en cuarta posición, en Portugal 1991 y en Australia 1993.

Del continente europeo lo que llama mucho la atención en que Alemania figura poco a este nivel, sólo fue campeón en Australia 1981, y obtuvo la segunda posición en Chile 1987, (Alemania Democrática quedó tercero en esa misma edición). Aunque tal vez lo que más llama la atención es que Italia, que a nivel mayor es la segunda potencia europea, no figure a estas edades. La potencia europea a este nivel es Portugal, que obtuvo en dos ocasiones el campeonato, en Arabia Saudita 1989 y en Portugal 1991, con esa excelente generación de futbolistas encabezados por Luis Figo, Fernando Couto, y Rui Costa.

España es la siguiente selección europea que ha obtenido mejores resultados a este nivel, quedando campeón en Nigeria 1999, en segundo lugar en la URSS 1985, con Sebastián Losada como jugador destacado, también segundo en los Emiratos Árabes 2003, y finalmente cuarto lugar en Qatar 1995 con Joseba Etxeberría como Botín de Oro. Curiosamente son los antiguos países del Este como Rumanía, Polonia o República Checa los aparecen en varias semifinales, incluso algunos ya desaparecidos como la URSS, la verdadera potencia europea o Yugoslavia, que tuvo una generación de oro con Prosinecky, Boban y Sucker.

Realmente sorpende que a estas edades las selecciones europeas importantes a nivel mayor, léase Alemania, Inglaterra, Italia y Francia, casi no figuran en los Mundiales sub 20. El hecho que los paises europeos no tengan una participación significativa en las instancias finales de los Mundiales Sub 20, realmente democratiza este torneo, y lo convierte en un verdadero "Mundial". Y es que desgraciadamente a nivel mayor, el Mundial de Alemania 2006 deja claro que la diferencia entre Europa y el resto del mundo es una realidad, de los dieciseis equipos que pasaron a octavos de final, diez eran europeos, cuatro latinoamericanos, un africano, y Australia. El avance del futbol a nivel mundial se medirá en la medida que esa diferencia se vaya reduciendo, y aparezcan nuevas potencias en otros continentes.

Sebastián del Amo

lunes, 16 de julio de 2007

Ya empezamos…

A penas llegó a suelo mexicano, al regreso de la participación del Tri en la Copa América de Venezuela, y Hugo Sánchez ya regresó a su viejo gusto por convertirse en el centro de la polémica. En esta ocasión, nada más le pusieron un micrófono enfrente y se aventó la siguiente joyita de declaración: "En seis meses hemos logrado lo que otros no han conseguido en cuatro años, que es lograr una identidad y un estilo, en el cual cualquier equipo que se enfrente a México ahora mismo va a saber cómo juega México"…

Comentario este lleno de veneno y muy osado, tomando en cuenta que se ha traicionado las promesas de trascender, pues a pesar que los resultados obtenidos en estos dos torneos no son necesariamente malos, tampoco son particularmente buenos. Los resultados fueron simple y llanamente mediocres, y las promesas, claro, eran “promesas de campaña”…

De hecho la participación en la Copa de Oro fue mala, pues a pesar de llegar a la final y que la derrota en el futbol es siempre una posibilidad latente, se marcó este torneo como una prioridad. Se habló de este torneo como el lugar “en donde se va a demostrar quién es el Gigante de la Zona”, se habló de “obligación” y de “revancha” ante la derrota ya infringida por los Estados Unidos, y lo más grave fue que la persona que más habló en estos términos fue el propio Hugo Sánchez, y nadie más, llegando incluso a asegurar que en caso de no salir campeón renunciaría a su cargo. Luego, ya en la derrota, intentó en vano explicar la diferencia en “prometer” y “comprometer”, de la misma manera que haría el propio Mario Moreno “Cantinflas”, en lo que fue un auténtico mamarracho.

Luego la participación mexicana en la Copa América, a pesar de haber sido buena, pues se alcanzó la tercera posición, tampoco fue extraordinaria ni mucho menos. En las siete ediciones de la Copa América en las que ha participado desde Ecuador 1993 a la fecha, México ha llegado a las semifinales en cinco ocasiones, y de esas cinco, en dos ocasiones ha jugado la final, en Ecuador 1993, y en Colombia 2005. Además ya había terminado en la tercera posición del certámen en Bolivia 1997 y en Paraguay 1999.

Durante la era de Ricardo Lavolpe al frente de la selección, México ganó la Copa de Oro 2003, lo que a su vez le permitió participar con éxito en la Copa Confederaciones del 2006. Luego en la Copa América del 2004, México terminó primero de su grupo, logrando incluso ganarle a la Argentina, que a la postre sería finalista. Sin embargo en cuartos de final, tuvo la mala suerte de enfrentarse a Brasil (el futuro campeón), que extrañamente acabó segundo en su grupo, y México resultó goleado.

Resulta por tanto particularmente osado llenarse la boca con estas palabras luego que debido al pésimo desempeño, en particular en el banquillo en la Copa de Oro, y las deserciones de último momento de jugadores referentes en la selección de cara a la Copa América, Hugo Sánchez se haya visto obligado a improvisar un equipo para enfrentar a Brasil. En ese encuentro, tuvo la enorme suerte de encontrar, un poco por “accidente” a su equipo titular luego de la victoria frente a los cariocas, y luego más ó menos lo defendió en el resto del torneo. A pesar de esto, Hugo Sánchez, al igual que en la Copa de Oro, no pudo librarse de tener ciertas fricciones en el equipo, ahora con Cuauhtémoc, Guillermo Ochoa, Osvaldo Sánchez, Ramón Morales, y el “Bofo” Bautista, lo que evidencía un mal manejo de grupo.

Análisis aparte merece las decisiones técnicas durante el propio torneo, como por ejemplo la política de cambios que implementó Hugo. Cada vez que un jugador mexicano era amonestado en el transcurso de un partido, casi en automático era sustituido por el entrenador. Fue por eso que en el partido con Argentina decidió sacar a Torrado, a pesar que había sido el patrón de media cancha, y una vez que Riquelme encontró espacio, se acabó el partido. Esto demuestra falta de carácter por parte del técnico y falta de confianza en sus jugadores.

La conclusión a todo esto es que a pesar de que Hugo Sánchez intente inflar el pecho con el tercer lugar obtenido, la realidad es que tampoco ha logrado nada extraordinario hasta el momento. Todo el mundo sabe que en condiciones normales, el fútbol mexicano es el tercero en importancia en América, luego de Brasil y Argentina, independientemente del lugar que se obtenga en una competencia, aunque claro, eso hay que ratificarlo en cada torneo que se disputa.

Esta Copa América lo que ha dejado también muy claro es que México a pesar de ser un país muy competitívo, sigue siendo un equipo “participante” y no uno “protagonista”, al menos de momento. Estamos avanzando a pasos agigantados, si tomamos en cuenta que en el Mundial de Argentina 1978 fuimos los últimos del campeonato y en el de España 1982 ni siquiera nos clasificamos (los dos con el propio Hugo Sánchez como jugador estrella), queda claro que no va a tardar mucho para dar ese importante paso. Por ahora, y a pesar de la “mentalidad ganadora” del entrenador del “conmigo sí somos campeones del Mundo”, el hecho de repetirte hasta la extenuación que eres el mejor de todos no te convierte en un ganador (no hay más que ver a Argentina), y al final el destino siempre coloca a cada quién en su lugar, en el caso de México en tercero.

Sebastián del Amo

miércoles, 11 de julio de 2007

Un poco mas de pan con lo mismo...

¡Jugamos como nunca y perdimos como siempre!... Esta frase hecha, que nació en la afición atlista, ha sido adoptada ya por toda la afición para describir la actuación de la selección mexicana que, otra vez, fue eliminada por Argentina en las semifinales de la Copa América. El marcador de 3 a 0, tal vez no refleja lo que realmente pasó en el terreno de juego, pero la frialdad de los números marcan una diferencia clara y el resultado es contundente.

Sería injusto no reconocer el buen partido que dió México durante todo el primer tiempo y el primer cuarto de hora del segundo. Hasta ese momento Messi, Tevez, Riquelme, Verón estaban siendo anulados, y los apellidos que sobresalían eran Márquez, Pinto, Castro, Magallón, Torrado, Correa. México tuvo realmente muy mala suerte en la excelente jugada de Andrés Guardado, que con el quiebre de cintura que le hizo a Ayala y a Heinze deja claro el por qué el Deportivo la Coruña le invirtió cinco millones de euros. De la misma manera, mala suerte hubo en el tiro al travesaño de Nery Castillo, que hubiera tenido un efecto sicológico importante, pues los metía de nuevo al partido.

El gol de Heinze fue una clara distracción defensiva acompañada de un acierto al intentar una jugada prefabricada, que son las que se ensayan en los entrenamientos. Luego el gol de Messi es la obra de un jugador de otra galaxia. Y al minuto, se marca un penal un tanto rigorista de Márquez sobre Tevez, aunque la manera de cobrar la pena máxima por parte de Riquelme, deja claro la clase de jugadores a los que se estaba enfrentando la selección. A partir de ahí, el partido se acabó, y los veintitantos minutos que faltaban fue un triste espectáculo en el que los argentinos "cascareaban" con los seleccionados nacionales.

Ni hablar. Queda claro que la contundencia y la clase de ciertos jugadores marca la diferencia en los momentos importantes, y ante eso hay pocas cosas que se pueda hacer. Llegará el día en el que todas esas derrotas en las que se juega mejor que el rival y en los que poco a poco se va avanzando, servirán para enfrentar los nuevos retos ya curtidos por la experiencia. Falta el partido por el tercer lugar contra Uruguay, en el que espero que la selección pueda corroborar que después de Argentina y Brasil, México es la tercera potencia de América. A partir de ahí llega el momento del análisis y de las conclusiones sobre los dos torneos en los que se ha participado.

La participación mexicana en la Copa de Oro fue realmente mala, partiendo del principio que no se cumplieron los objetivos trazados. El equipo jugó mal y fue claramente derrotado primero por Honduras y luego por Estados Unidos, lo que resulta particularmente doloroso pues deja a México fuera de la Copa Confederaciones del 2010, lo que marca un retroceso en la proyección del fútbol mexicano.

Luego las deserciones de varios de sus referentes más importantes para la Copa América provocó que Hugo Sánchez haya tenido que improvisar una alineación para enfrentar a Brasil. A partir de una victoria ante los cariocas, que poca gente hubiera pronosticado, Hugo Sánchez encuentra, un poco por "accidente" a su equipo titular. A partir de ahí, es gracias al carácter y juego de sus jugadores que México alcanzó las semifinales. Jugadores como Márquez, Castro, Magallón, Pinto, Correa Torrado, Guardado, Arce y Nery Castillo, que ha sido sin duda la revelación de la Copa, son los únicos responsables de que México pueda resultar competitivo este nivel, pues poco ó nada tienen que ver en esto ni la Federación Mexicana, ni la Dirección Técnica de la Selección.

Vale la pena cuestionarse, más allá de los resultados, sobre cómo se ha llavado a cabo el proceso de Hugo Sánchez hasta ahora. Un proceso previo a las dos competencias internacionales, en el que a pesar del saldo positivo en los partidos amistosos, que siempre son amistosos, se mostró una pésima cara en las dos derrotas, pues tanto contra los Estados unidos como contra Paraguay en el Azteca se acabó con conato de bronca, y sacando lo peor de México. Luego la participación en la Copa de Oro fue mediocre, y a pesar de alcanzar la final, gracias a las facilidades de los rivales y del torneo, se perdió nuevamente ante los Estados Unidos. Finalmente la participación en la Copa América ha sido buena pero engañosa. A pesar de la victoria sobre Brasil y la goleada ante Paraguay, que siempre causan mucha alharaca, México ha llegado en cinco semifinales de las siete Copas América a las que ha sido invitado. Partiendo de eso, el hecho de no llegar a las semifinales si hubiera sido considerado un fracaso, por lo que la participación mexicana en la Copa América, debe ser considerada buena a secas. Además que vale la pena considerar cómo el "motivador" por excelencia, sabiéndose ya derrotado, regala casi media hora de partido contra Argentina.

En mi humilde opinión, Hugo Sánchez prometió trascender y la realidad es que ha pasado lo de siempre: otra vez veremos la final por televisión. Lejos de considerar que "tanto en la Copa de Oro como en la Copa América, se cumplieron las metas aunque no se alcanzaron los objetivos" como calificó el propio Hugo Sánchez al finalizar el partido ante Argentina, creo que el balance hasta ahora ha sido de mediocre a malo, y aunque no "cantinfleo", en lo personal entiendo perfectamente la diferencia entre "prometer" y "comprometer". Sin embargo la verdadera evaluación llegará con los dueños de los clubes, que son los únicos dueños de este negocio.

Sebastián del Amo

lunes, 9 de julio de 2007

El futbol mexicano crece... A pesar de sus directivos...

El fútbol mexicano sigue en pleno crecimiento. En la Copa América de Ecuador en 1993, que fue la primera vez que México participó en calidad de invitado, llegó hasta la final, que a la postre perdería contra la Argentina de Alfio Basile curiosamente. Desde entonces, de las siete ediciones de la Copa América que se han disputado, la selección mexicana se ha metido en cinco semifinales, y de ellas ha llegado a dos finales, lo que es sin duda un muy buen balance.
De la misma manera, el buen trabajo del proceso de Jesús Ramirez en las selecciones menores, está cuajando un excelente generación de futbolistas, que ya se coronaron campeones en el Mundial Sub 17 de Perú en el 2005, que permite mucho espacio para la ilusión en una hinchada necesitada de triunfos como es la mexicana, de cara al Mundial del 2010.
Si tomamos en cuenta que la primera victoria de México contra Costa Rica en suelo mexicano se dió hasta 1959, y que la primera victoria en un Mundial se dió en Chile 1962, cuando se le ganó a Checoslovaquia (que luego llegaría a la final de ese Mundial que perdería con Brasil), queda claro que el desarrollo del fútbol mexicano ha sido espectacular. México ha sido el país que ha organizado dos Mundiales en donde se ha visto a los dos mejores jugadores de la historia de este deporte, Pelé en 1970 y Maradona en 1986, en su mejor expresión. Gracias a ello, México cuenta con una infraestructura en estadios que no tiene nada que envidiarle, y en varios casos muy superiores a cualquiera de las potencias futbolísticas mundiales (léase España, Italia, Inglaterra, Francia, Brasil, Uruguay y Argentina). Y a nivel deportivo ha conseguido ubicarse entre los primeros cuatro equipos de sudamérica, y entre los primeros dos de Concacaf.
A raíz de este desarrollo, por primera vez en la historia, varios jugadores mexicanos se han colocado en equipos del continente europeo, muchos de ellos de élite. Ahí tenemos los casos de Rafa Márquez y Giovanni Dos Santos en el Barcelona, Carlos Vela en el Celta, Javier Iturriaga en el Salamanca y Efraín Juárez del Barbate de España, Pavel Pardo y Ricardo Osorio en el Stuttgart alemán, Carlos Salcido y todo parece indicar que Andrés Guardado en el PSV Eindhoven holandés, Nery Castillo en el Olimpyakos griego, Aarón Galindo en el Grasshoper suizo, y Antonio de Nigris en el Gaziantespor turco.
Ahora el crédito de todo este avance a nivel deportivo se debe unica y exclusivamente a los jugadores. Pue resulta notable como está desfasado la creación de jugadores mexicanos, y la estructura deportiva propuesta por los dueños de los clubes que impiden que se manifieste al máximo el enorme talento que existe en México. Y es que son varios factores los que impiden potenciar al máximo al futbolista mexicano:
Primero que nada el sistema de competencia, que puede llegar a ser economicamente atractivo para los dueños de los equipos, pero que deportivamente hablando es injusto, pues ni premia al mejor, ni castiga al peor. Al contrario es un sistema de compatencia que puede permitir que un equipo que termina en noveno ó décimo de la tabla general durante el torneo, por azahares del juego, ó por una racha de buena suerte pueden lograr el campeonato. De la misma manera el el sistema de descenso perjudica al equipo pequeño y le impide crecer y consolidarse deportivamente en Primera División.
Otro punto a tomar en cuenta es a poca identificación social que tienen los clubes para con la masa social de la que viven. En México, salvo contadas excepciones los clubes de fútbol no son considerados como clubes sociales, sino como apéndices que grandes empresas que los utilizan para deducir impuestos, y que sin embargo viven de la afición. Los casos más obvios son los del América, el Necaxa y el Real San Luis que pertenecen a Televisa, el Cruz Azul que pertenece obviamente a la cementera ó el Monarcas Morelia que pertenece a TV Azteca. Sin embargo existen los casos del Toluca y el Santos que pertencen al Grupo Modelo, ó el Atlante y el León que pertenecen al Grupo Pegaso, etc. Unicamente el Atlas en Guadalajara es un club que se mantiene de las cuotas de sus socios, que van a hacer deporte a sus instalaciones.
El Club Deportivo Guadalajara en sus inicios también tenía este concepto, de hecho las instalaciones del Tolán, lugar de entrenamiento del equipo profesional hasta la fecha, era también un club deportivo para su masa societaria, sin embargo en la actualidad se encuentra en pleno litigio, pues Jorge Vergara, al adquirir la mayoría de la acciones del club tiene la intención de vender el predio pues en la actualidad resulta un terreno sumamente apetecible para las inmobiliarias tapatías.
Debido a esta poca identificación social, los dueños, amantes del negocio fácil, venden franquicias, hacen y deshacen equipos, los cambian de plaza de una año para otro. Tenemos varios ejemplos muy significativos, de equipos con mucha prosapia que han desaparecido como el Zacatepec, el Tampico Madero, el Curtidores, el Irapuato, La Piedad y un largo etcétera tanto en Primera como en Primera A. Tal vez dos de los casos más sonados de los últimos tiempos los protagonizó Alejandro "el Güero" Burillo, que era dueño del Irapuato y que decide cambiarlo de plaza, se lo lleva a Veracruz y le decide poner "Tiburones Rojos" para aprovechar la identificación que ya existía en la afición. Sin embargo en ese mismo torneo, asciende de la Primera División A el auténtico Tiburones Rojos de Veracruz, por lo que el puerto pasa de no tener fútbol de primera a tener dos equipos que además comparten nombre. Por eso el gobernador decide organizar una votación para ver con cuál equipo prefería quedarse la afición, que votó masivamente por el original. Debido a eso el "Güero" Burillo se tuvo que poner a buscar una plaza nueva, y alguien le habló de Tuxtla Gutiérrez, se llevó su franquicia para allá y así nacieron los Jaguares de Chiapas. tengo entendido que poco después vendió el equipo a unos empresarios locales. La última operación de este tipo, también al está protagonizando el "Güero" Burillo, pues se llevó al Atlante, que es uno de los equipos más antiguos y con mayor afición de la Ciudad de México, a la ciudad de Cancún, y lo veremos jugar en el estadio Andrés Quintana Roo a partir del próximo torneo. Algo similar a lo que le pasó al Necaxa hace un par de años que probó mudarse a Aguascalientes, con lo que se convirtieron en el extraño híbrido de los "Hidrorayos del Necaxa".
Luego se toman una série de decisiones absolutamente incomprensibles, por ejemplo hace unos años, los dueños decidieron que la figura del representante de los futbolistas era una lacra pues se llevaba una importante comisisón en las tranferencias de sus jugadores, por eso decidieron inventarse la figura del Draft, que prevalece hasta nuestros días, en la que se reúnen con las cartas de sus jugadores como si fueran estampitas y las vencen, las intercambian, y seguramente las apuestan al póker, sin que el jugador tenga voz ó voto. Sin embargo entre ellos elevan el mercado interno hasta unas cotas increíbles, como en el pasado draft en el que el Morelia pagó cuatro y medio millones de dólares al Pachuca para hacerse con la jóven promesa. Pero esto no es nada nuevo, después del Mundial de Francia 1998, el Tigres de Nuevo Léon pagó seis millones de dólares para contratar al "Matador" Luis Hernández
De la misma manera se han tomado decisiones federativas muy arbitrarias, como por ejemplo la creación de la Primera División A. La historia fue así, en la primera mitad de los noventas y si no me equivoco mientras José Antonio García era el presidente de la Primera División, tuvo un pleito con el que era el presidente de la Segunda División, por eso junto a los propietarios de los equipos, que finalmente son los dueños del negocio, decidieron desaparecer el torneo de reservas que ya no les interesaba apoyar, y crear su propia división de ascenso en la que jugarían sus filiales. Por eso argumentando que de esta manera el nivel entre la Primera División y la División de ascenso iba a ser bastante parecido, se creó la Primera División A, y luego de varias negociaciones, la Segunda División ya existente logró que su campeón ascendiera a esta nueva división. La Segunda División fue simple y sencillamente desplazada por la gente del dinero.
Finalmente y no es una cosa menor, desde siempre se ha hablado de las pocas posibilidades que existen para captar jugadores del sector amateur por parte de los clubes profesionales. Se hablado desde que tengo memoria sobre cómo muchos de los mejores talentos para el futbol, al menos en la Ciudad de México, se desaprovechan en la Liga Española ó en la Liga Interclubes. Además que siempre ha existido un debate en México sobre el número de extranjeros y las posiciones de los extranjeros que se contratan, pues siempre se ha hablado de la falta de posibilidades que enfrenta el futbolista mexicano para encontrarse un espacio en Primera División.
Es por cosas como esta, que debemos agradecer al talento de los jugadores el avance que ha logrado el fútbol mexicano, muy a pesar de los directivos que con sus visiones cortoplazistas han perjudicado más que impulsado al deporte en nuestro país.

Sebastián del Amo

miércoles, 4 de julio de 2007

El Caso Guardado...

El martes 3 de julio amanecimos con la noticia que el PSV Eindhoven, el actual campeón de Holanda, y el equipo en donde milita el jugador mexicano Carlos Salcido, está interesado en hacerse con los servicios de Andrés Guardado, la nueva joya del fútbol mexicano, que milita en el Atlas de Guadalajara. Fue el propio jugador el que declaró tenía en su poder el contrato que le estaba ofreciendo el club holandés: la propuesta consiste en adquirir el 50% de la carta del jugador, dejándole un 20% al Atlas para que en caso de una futura venta del jugador a otro club, el cuadro tapatío obtenga algún beneficio. A raíz de ese interés, se han escuchado cosas como "necesidad","interés nacional" ó "por el bien del fútbol mexicano", que son declaraciones en mi parecer muy subidas de tono.

Primero que nada hay que hacer notar un par de detalles. El PSV actuó mal al acercarse primero al jugador directamente, pues es propiedad del Atlas y tiene todavía dos años más de contrato. El club holandés actuó mal porque se brincó el procedimiento natural de hacer una negociación y al acercarse primero a Guardado, le provoca una ilusión natural, pues el jugador sabe que puede jugar la Champions League el año entrante, y esto a su vez es un importante elemento de presión y de malestar incómodo con su directiva actual en cualquier negociación.

Por otro lado la propuesta del PSV es bastante rácana. Andrés Guardado tiene una clausula de rescisión de ocho millones de dólares. Esto quiere decir que cualquier equipo que pague esa cantidad se lleva a Guardado sin que el Atlas pueda decir ni pío. Naturalmente que eso tampoco quiere decir que ese sea el precio del jugador, sino que es una cantidad que pone el club para asegurarse que el jugador cumpla su contrato actual, ó que se vea recompensado con su salida a otro equipo. El PSV está ofreciendo 2.5 millones de dólares por el 50% de la carta de Guardado, es decir que lo está valuando en 5 millones de dólares. Lo que es una cantidad verdaderamente pequeña si se toma en cuenta que Jorge Vergara estaba poniendo en la mesa seis millones de dólares para llevarselo a las Chivas hace un par de semanas.

Queda claro que la directiva del Atlas no va a vender a uno de sus mejores jugadores a un equipo mexicano, muchisimo menos a las Chivas que es su rival por antonomasia. La idea es efectivamente que Andrés Guardado sea negociado con algún equipo de buen nivel de Europa, como el PSV Eindhoven, ó el Real Madrid hace unos meses.

En ese sentido desde luego que el PSV Eindhoven es una excelente oportunidad porque además de ser el campéon de Holanda, lo que le permite jugar la Champions League el año entrante, es un equipo con mucho sabor latino, pues ahí juegan Carlos Salcido, el ecuatoriano Edison Méndez, los brasileños Gomes y Alex, y el peruano Jeferson Farfán, además que el entrenador Ronald Koeman habla perfectamente español pues vivió muchos años en Barcelona, lo que sin duda facilitaría su adaptación. Guardado se merece ir a Europa porque es un excelente jugador, con una enorme proyección, juventud, descaro, pero hay que considerar también que sería un pésimo negocio y un grán error para la directiva del Atlas, mal vender a uno de los nuevos ídolos de la afición y a otra joya de la cantera.

El Atlas es un equipo que acostumbra ser cantera de muchos equipos. De las fuerzas básicas atlistas han salido jugadores que a la postre se han convertido en referentes en sus respectivos equipos y en la Selección Nacional. En los últimos años jugadores como Osvaldo Sánchez, José de Jesús Corona, Rafael Márquez, Mario Méndez, Pavel Pardo, Miguel Zepeda, Daniel Osorno, Pavel Pardo, Jared Borgetti, ó desde luego el propio Andrés Guardado, han salido del Atlas y se han convertido en seleccionados nacionales, y sin embargo no han podido cuajar buenos equipos y no han logrado ser campeones desde hace 56 años. Demasiado tiempo para una afición tan importante, y tan fiel como es la rojinegra.

Hace una par de semanas entró una nueva directiva que tiene grandes planes para el equipo. Están decididos a convertirse en un equipo protagonista, con serias aspiraciones para salir campeones. Para ello están haciendo un importante esfuerzo económico en armar un equipo competitivo para el próximo torneo. En el Draft se hicieron con los servicios de los jugadores argentinos Diego Colotto, que fue comprado, y Hernán Encina, que viene a prestamo, además de comprar al portero Mario Rodriguez, los tres de Tecos. Luego llegaron a prestamo Aarón Padilla, de Necaxa, y Eduardo Rergis de Atlante. Finalmente adquirieron recientemente al argentino Lucas Barrios, que es un delantero que ha tenido muy buen rendimiento en el Cobreloa de Chile. Se habla tambien de que está negociando con el Udinese de Italia para adquirir a préstamo a Alexis Sánchez, jugador chileno que militaba en el Colo Colo y que actualmente se encuentra jugando el Mundial Sub 20, y recientemente se habla del regreso de Bruno Marioni al fútbol mexicano. Eso además de mantener a una buena base de jugadores del torneo pasado como Juan Carlos Medina, Cárlos Balcázar, Juan Pablo Santiago, el uruguayo Nicolás Olivera, que fue el máximo goleador del equipo y desde luego en los planes entraba Andrés Guardado.

A pesar de la enorme publicidad que ya ha causado en México el posible traspaso al PSV Eindhoven, la directiva del Atlas debe ponderar muy bien cuáles van a ser sus próximos pasos. Si pensamos en las cifras que se manejan en el mercado interno en México, en donde se pagaron 4.5 millones de dólares en el último Draft para que Miguel Ángel Landín pasara del Pachuca al Morelia. Con esas cifras suena un poco descabellado que un equipo necesitado de triunfos como es el Atlas (y lo digo como aficionado rojinegro), y que además se encuentra en plena construcción para lograr un equipo ganador, se deshaga de uno de sus mejores jugadores y uno de sus nuevos símbolos por los 2.5 millones de dólares que el club holandés ofrece. Al contrario, si no se mejora la oferta, y a pesar del coraje que pudiera llegar a hacer el jugador que ya está ilusionado con irse a Holanda, en mi humilde opinión, lo mejor sería mejorarle el salario al jugador para que aguante seis meses más en el Atlas y aspirar al campeonato con el equipo que está logrando conformar. La cotización del jugador de hecho subiría si logra el campeonato, además que la afición lo despediría como un héroe. Por otro lado por la edad que tiene, pues hay que recordar que acaba de cumplir los veinte años, no pasa nada con que llegue seis meses más tarde, incluso todavía puede llegar a jugar esta misma Champions League de la temporada que viene, y a lo mejor en un equipo más grande.

Sin embargo exigirle semejante sacrificio en este momento a la directiva atlista, como "una necesidad por el bien del fútbol mexicano" es pretender asignarle una responsabilidad que no le corresponde. Menos cuando tenemos ejemplos como el caso de Omar Bravo, que desde el Mundial de Alemania 2006 se habló que se iba a jugar a la Bundesliga, y hasta el momento no ha pasado nada. Incluso el jugador llegó a molestarse seriamente al grado que fue castigado por sus fuertes declaraciones contra la directiva del Guadalajara y obligado a jugar en el Tapatío de la Primera A como castigo.

La afición rojinegra se merece una alegría, y hablando como el aficionado al Atlas que soy, hay dos cosas que me alegrarían mucho: que logremos salir campeones este año, y que Guardado se vaya a Europa, pero que se vaya bien. Como los grandes. Como la joya que realmente es.

Para actualizar la nota, el día 10 de julio, cuando todo parecía a punto de solucionarse con el PSV Eindhoven, se dió a conocer la noticia que el Deportivo La Coruña había mejorado la oferta del club holandés. El equipo gallego ofrece 5.25 millones de euros por el 75% de la carta, con lo que está valuando a Andrés Guardado en 7 millones de euros (lo que representa el traspaso más elevado en la historia del fútbol mexicano). El Atlas conserva el 25% de la carta para recibir una compensación en caso de venta del jugador en el futuro. Con esto se cumplen las expectativas del jugadore de emigrar al fútbol europeo, y el Atlas, se ve recompensado justamente por la venta de una de sus joyas. Lo que sí es que la salida de Andrés Guardado deja un hueco en lo deportivo y en el corazón de la afición rojinegra difícil de llenar,

Sebastián del Amo

lunes, 2 de julio de 2007

Resultado engañoso...

Siempre da gusto que gane México, eso está claro. Creo que no existe ningún aficionado al fútbol en el mundo que desee que su equipo pierda, sin embargo lejos del triunfalismo fácil, vale la pena analizar cómo es que se consigue ese triunfo que ubica a México en la siguiente ronda de la Copa América 2007.
El partido fue malo, hasta aburrido por momentos, con dos equipos que se animaban poco a arriesgar al frente. La prueba es que ninguno de los dos porteros fue particularmente exigido. México se puso arriba gracias a la buena jugada de Rafa Márquez y a la entrega de Nery Castillo, que fue a presionar la salida de un defensa ecuatoriano que le rebotó la pelota al delantero mexicano.
A partir de ahí, México se puso a defender esa mínima diferencia, y fue la inoperancia del equipo ecuatoriano lo que facilitó las cosas para el equipo mexicano. En Ecuador sólo Edison Méndez, el compañero de Carlos Salcido en el PSV Eindhoven, proponía algo de fútbol en la media cancha, además de anotar el gol del descuento, y Christian Benítez, el jugador del Nacional de Guayaquil, era el jugador más peligroso a la delantera, pues sacó un par de disparos que exigieron un poco a Osvaldo Sánchez.
Sin embargo el equipo ecuatoriano era inofensivo, pues a pesar de controlar la pelota en el campo del equipo mexicano durante un buen tramo del partido, no eran incisivos, su fútbol era lento, cancino, y tampoco podían imponer su mayor presencia física. No es de extrañar que su técnico, el profesor Luis Fernando Suárez reconozca que su prematura eliminación de la Copa América ha sido verdaderamente una desgracia, acepta la lluvia de críticas, y no teme utilizar la palabra "fracaso" cuando se refiere a la actuación de su seleccionado. Esto en definitiva habla bien del profe Suárez, puesto que la única manera de aprender es enfrentando los errores propios objetiva y sinceramente, y no zanjar las discusiones llamando "cangrejos" a los que te critican, pero enfín son estílos.
El segundo gol mexicano, llegó luego de una buena jugada, en la que Cuauhtémoc Blanco, que acababa de entrar, metió una pincelada de pase para el cabezazo de Omar Bravo, que también sustituyó a Juan Carlos Cacho, de buen partido.
En el caso de México, si fuéramos en exceso resultadistas, podríamos hablar de un rotundo éxito de la selección, al menos en su presente actuación en la Copa América. Dos victorias en dos partidos, una de ellas nada menos que contra Brasil, que siempre viste mucho, una clasificaciòn prematura, cuatro goles a favor y uno en contra, todo es miel sobre hojuelas. Sin embargo existen una série de cosas que creo que vale la pena analizar.
La mejoría de juego y de confianza comparando la actuación se la selección en la Copa Amérrica y la Copa de Oro es notable. Sin embargo siempre es más fácil jugar bien y tener mayor confianza cuando se van ganando los partidos. Tanto en el caso de Brasil como en el de Ecuador, el partido se les puso muy de cara a la selección mexicana. Quién sabe qué hubiera pasado si no le anulaban ese gol a Diego cuando todavía estaban empatados a cero. Y existe el antecedente reciente, contra Honduras y contra Estados Unidos, que el equipo no reacciona demasiado bien cuando se siente presionado, ya sea por un juego físico, ó por el marco de ciertos partidos.
Contra Brasil, la selección se defendió muy bien. El gran "descubrimiento" de Hugo Sánchez, fue que ante los abandonos y las lesiones de jugadores que en principio eran titulares, improvisó una selección en la que otros jugadores como Guillermo Ochoa, Rafa Márquez, Jhonny Magallón, Israel Castro, Jaime Correa y Gerardo Torrado se convirtieron en verdaderos baluartes a la defensiva, contra unos brasileños que tampoco tuvieron mucha suerte. En el caso de Ecuador, es un equipo al que la estadística contra México no le ayuda, pues ha perdido en la mayoría de sus enfrentamientos.
Ahora por las particularidades de este torneo, nos encontramos con la noticia que en caso de terminar en primer lugar de grupo, nos enfrentaríamos a Argentina ó Paraguay, mientras que en caso de terminar en segundo lugar del grupo, nos tocaría enfrentar al mejor tercer lugar, que seguramente saldrá del grupo A ó del propio grupo B, por lo que puede ser Venezuela, Uruguay ó Chile. Independientemente que a partir de la siguiente ronda ya hay que ganarle a quien se ponga enfrente, y no queda márgen para el error.
Cada resultado positivo, va consolidando a Hugo en su puesto de seleccionador nacional, sin embargo los resultados han sido un tanto engañosos, y no nos podemos quitar una sensación de que algo no está del todo bien, veremos cómo se van dando las cosas contra Chile, y luego contra el que nos toque. Espero realmente que la selección mexicana consiga ubicarse entre los primeros cuatro lugares del torneo, y eso a pesar de ya haber dejado clara mi postura sobre la dirección técnica de cara al Mundial de Sudáfrica.

Sebastián del Amo