miércoles, 27 de junio de 2007

No hay que engañarse...

El miércoles pasado se dió uno de esos extraños resultados que hacen del fútbol uno de los deportes más fascinantes que ha inventado el ser humano. La selección mexicana, que venía anímicamente por los suelos después de perder la final de la Copa de Oro contra su eterno rival de la zona, los Estados Unidos, derrotó a la selección brasileña, el actual campeón de América, que con este resultado dejó claro que la crisis que atraviesa el seleccionado de Dunga es mucho más grave que el de Hugo Sánchez.

Y es que a pesar de que México obtuvo un resultado histórico, no hay que engañarse. La selección mexicana tiene varios problemas en su juego de conjunto. Los goles cayeron en dos jugadas individuales brillantes. El gol de Nery Castillo seguramente estará entre los cinco mejores goles de la Copa, por su control dirigido, por el sombrerito a Maicon y la sangre fría para definir, y el tiro libre de Ramón Morales fue un poema.

Sin embargo el hecho que Guillermo Ochoa y Rafa Márquez se hayan convertido en figuras, habla de que hay algo mal con el sistema defensivo. Honestamente Brasil merecía algo más luego del asedio a la portería mexicana en la segunda mitad. Adelante, a pesar de la efectividad que mostró el equipo mexicano en la primera mitad, en la segunda parte se fallaron unas jugadas claras de gol, muchas de ellas, como la que Castillo no le pasó a Ramón Morales, ó la que sí le quizo pasar a Cacho, fueron una clara muestra de poco entendimiento. En el cabezazo de Cacho el portero brasileño se revolcó bien, pues fue a muy corta distancia. La última jugada del partido, la que falló Castillo luego de quitarse a Alex y dejar desparramado al portero fue increíble, y es del tipo de jugadas que tienes que meter para liquidar al contrario, pero enfin.

Los problemas que enfrenta Dunga en su selección parecen graves, y merecen un análisis aparte. Aunque si uno lo reflexiona, son notablemente similares, guardando las distancias, a los que enfrenta México, evidentemente maximizados por tratarse de la selección de Brasil, que es un candidato natural para salir campéon de la Copa América, como lo es de cualquier torneo en el que participe.

Lo primero que ha llamado poderosamente la atención es la deserción de la selección de jugadores tan importantes como pueden ser Kaká ó Ronaldinho. El abandono de estos dos jugadores, de los mejores del mundo, ha resultado particularmente significativo cuando se mira a su máximo rival en la zona, Argentina, cuyos mejores jugadores han asistido en bloque a la Copa América, incluso si tienen que ir al banquillo y ser suplentes. Algo similar le ha pasado a México, guardando las distancias, con los abandonos de tres de los "europeos", Pavel Pardo, Ricardo Osorio y Carlos Salcido, que son hoy por hoy de los máximos representantes dell fútbol mexicano.

Luego la prensa ha cuestionado la convocatoria de ciertos jugadores de Brasil, en la que Dunga, que ha sido acusado de escoger a ciertos elementos para quedar bien con ciertos representantes de jugadores, ha dejado fuera a algunos referentes absolutos de la selección brasileña como Ronaldo ó Roberto Carlos, para darle la oportunidad a otros jugadores como Robinho ó Maicon, dejando que el talento en media cancha lo provea Diego, el jugador del Werder Bremen, y que desde el banco entre Anderson, la flamante nueva contratación del Manchester United para cambiar el partido. En el partido contra México, Robinho fue el que más intentó adelante, aunque los que lo acusan de pecho- frío, podrían decir que apenas fue peligroso a pesar del tiro al travesaño, Maicon desbordó un par de veces, sin mucha profundidad, Diego fue neutralizado por Torrado y Correa, y Anderson pasó completamente desapercibido.

A pesar del buen partido de México, no debemos caer en el error de pensar que por el hecho de ganarle a un Brasil lleno de problemas internos, la selección de Hugo no atraviesa su dosis de tribulaciones. Desde luego que la obtención de buenos resultados siempre maquillan cualquiera que sea el problema, pero sería un error para el propio crecimiento del futbol mexicano no cuestionarse con honestidad sobre cuál es la mejor opción para la Selección de aquí a futuro.

Así, mientras que nuestro entrenador nacional nos explica la diferencia entre "prometer" y "comprometer", de la misma manera que lo haría el gran Mario Moreno "Cantinflas", debemos considerar, mas allá de los resultados, si queremos mantener a un entrenador con un estílo táctico indefinido y un tono, en sus declaraciones, bastante altanero y prepotente, porque para el Mundial del 2010 todavía falta bastante.

Sebastián del Amo

domingo, 24 de junio de 2007

El divorcio con "el Gran Motivador"...


La Copa de Oro ha significado para México el primer gran fracaso del "proceso" de Hugo Sánchez, además que marca un importante retroceso para la proyección del Futbol Mexicano, puesto que la derrota en la final ante los Estados Unidos, provoca que sean los estadounidenses los que se clasifiquen para la Copa Confederaciones del 2009, que será un torneo internacional que veremos a la distancia y por televisión. Esta nueva derrota ante un equipo estadounidense, que ya reclama la paternidad sobre México pues lo ha venido haciendo desde hace nueve años, no podía llegar en peor momento para Hugo Sánchez.
Primero que nada tenemos el antecedente reciente de que en el primer partido de la "·Era del penta Pichichi" se perdió precisamente ante los Estados Unidos. En esa ocasión antes del partido se hablaba de "obligación", de "cuestión de orgullo", de "necesidad de demostrar quién es el mejor equipo de la zona". Una vez que se perdió se escucharon cosas como "natural falta de conjunción", "normal al inicio de un proceso", "es sólo un partido amistoso" y la mejor de todas: "ya nos vengaremos en la Copa de Oro"... Señor Sánchez acaba de pasar la Copa de Oro, y hemos vuelto a perder, de manera contundente... Otra vez...
Además esta derrota llega a unos cuantos días del inicio de otro torneo muy importante para el Futbol Mexicano como es la Copa América; un torneo en el que a diferencia de la Copa de Oro no somos el "Gigante de la Zona" ó el "equipo a vencer", que son etiquetas con las que parece sentirse incómodo el futbolista mexicano, y en el que nos enfrentamos nada menos que a Brasil, selección que asusta a pesar de no contar con dos de los mejores futbolistas del mundo como son Kaká y Ronaldinho. Gracias a Dios, por otra parte.
La Copa de Oro ha dejado palpable que existen muchos problemas en el seno de la selección mexicana, problemas más del tipo personal que profesional. Se han ventilado algunos quejas por parte de jugadores hacia el técnico, primero fue Salcido por meterlo cinco minutos contra Cuba, luego Nery Castillo por sentarlo contra Honduras, luego la significativa placa de la discusión entre Hugo Sánchez y el "Kikín" Fonseca cuando lo apartó de la convocatoria de la Copa América. Igualmente significativas fueron las declaraciones del propio hijo de Hugo, en las que acusa a su padre de sabotearle su carrera futbolística, y cuestionaba su capacidad como técnico. Y ya como guindilla, el anuncio que se descartan por decisión propia de la Copa América, jugadores tan importantes como Salcido, Pardo y Osorio, a pesar que se supone que venían expresamente para jugar ambas copas. Los jugadores hablan de cansancio y de necesidad de vacaciones, a pesar de que hace diez días hablaban de la extrema motivación que les significaba siempre vestir la camiseta de la selección nacional.
En mi humilde opinión el principal problema que enfrenta Hugo Sánchez es de credibilidad ante los jugadores, me explico. En la selección mexicana hay jugadores como Osvaldo Sánchez, Rafa Márquez ó Pavel Pardo, por mencionar sólo a algunos, para los que Lavolpe fue un entrenador que los marcó muy positivamente y por el que sentían un profundo respeto. El hecho que Hugo Sánchez haya coseguido llegar al cargo de seleccionador a través una labor sistemática de sabotaje hacia el proceso de su antecesor, provoca una animadversión natural. Y tampoco estoy sugeriendo que existen grupos en la selección y que algunos jugadores están saboteando a Hugo Sánchez por "lavolpistas", puesto que los principales beneficiados por el éxito son los propios jugadores, pero es bastante normal y bastante humano, no trabajar con el mismo convencimiento cuando no sientes empatía ó respeto por el director de un proyecto. Y en el fútbol esto es definitivo. No hay más que ver lo que le pasó al propio Lavolpe en Boca Juniors.
Hugo Sánchez ha sido presentado ante los medios como un "gran motivador". La prensa hablaba de Hugo como una persona que, a diferencia de Lavolpe (que era considerado como un buen estratega pero demasiado antipático con la prensa), le iba a saber transmitir a la selección una "mentalidad ganadora" por su glorioso pasado como jugador. Sin embargo nadie se paró a pensar que tal vez por primera vez en la historia tenemos a una de las selecciones más ganadoras de la historia del fútbol mexicano.
Tenemos a dos campeones de la Bundesliga y de la Copa Alemania, Pavel Pardo y Ricardo Osorio, tenemos a un campeón de la Liga Holandesa, Carlos Salcido, a un campeón de la Liga Griega, Nery Castillo, a catorce campeones de la Liga local, "Bofo" Bautista, "Venado" Medina, Omar Bravo, Jhonny Magallón, Ramoncito Morales, "Maza" Rodriguez con Chivas, "Kikín" Fonseca y Jaime Lozano con Pumas, Cuauhtémoc Blanco, Jesús Ochoa y "Gringo" Castro con América, Fausto Pinto con Pachuca, Gerardo Torrado con Cruz Azul y Jared Borgetti con Santos, además claro a un campeón de la Liga de España y nada menos que de la Champions League, como es Rafa Márquez... Creo que"mentalidad ganadora" la selección tiene de sobra, y lo que hace falta es estrategia, variantes, juego de conjunto, en esencia les falta futbol. El problema es que nadie sabe a lo que juega la selección de Hugo Sánchez, pues no es ni ofensiva, ni defensiva, sencillamente porque a pesar de su multicitado bicampeonato con los Pumas, no es un muy buen técnico y honestamente le queda un poco grande el puesto de técnico de la Selección Mexicana.
Y es que en un vestidor en el que se reúne a tanta "estrellita", por más que seamos "Los Gigantes de Concacaf", tal vez no sea la mejor idea que el más "estrellita" de todos sea el mismo técnico, que además es una persona a la que le gusta rodearse de polémica y de confrontación. Tal vez sea mejor mantener un perfil bajo y pedir las cosas "por favorcito" como lo hace Enrique "el Ojitos" Meza, o ser un poco más cabrón como pueden ser Ricardo Lavolpe ó Javier Aguirre, cada quien a su estílo, pero ambos con un conocimiento profundo de todos los matices del juego y del manejo de grupos por encima de cualquier duda.
Es por eso que como dice una buena amiga: "Hugo es como la varicela... Hay que padecerlo, curarse, y pasar a otra cosa..." Y puesto que fue el propio Hugo el que se comprometía, de la misma manera que haría un político demagógico, a ser campeón de la Copa de Oro, de la Copa América y de la Copa del Mundo, en ese orden, no debe haber ningún reparo por parte de la Femexfut en replantearse la conveniencia de mantener a una persona como Hugo Sánchez hasta el 2010, pues todavía hay tiempo de sobra de llevar a cabo un proceso serio y preparar un equipo verdaderamente competitivo para el Mundial de Sudáfrica.

Sebastián del Amo

miércoles, 20 de junio de 2007

ATLAS Y LA IMPERIOSA NECESIDAD DE SALIR CAMPEON

El Atlas de Guadalajara, uno de los equipos más antiguos y con más tradición del Fútbol Mexicano, fue fundado en 1916, y en 1943 ingresa al fútbol profesional. A pesar de haber sido campeón de la Copa México en cuatro ocasiones, fue campeón de Liga sólo una vez, en el año de 1951, y de ese equipo, al que llamaban "la Academia" se recuerdan jugadores como Edwin Cubero ó Adalberto "el Dumbo" López, y al director técnico Eduardo Valdatti.
Desde siempre el Atlas se ha caracterizado por su trabajo con las Fuerzas Básicas, antiguamente en las instalaciones de El Paradero y en la década de los ochenta, cuando el club adquiere las instalaciones de Chapalita, particular fue el paso por el club de entrenadores como el uruguayo Luis Garisto y el argentino Marcelo Bielsa.
Durante la época de Ricardo Antonio Lavolpe como director técnico del equipo, el Atlas consigue jugar la Final del Campeonato Mexicano en el Verano de 1999, pero la pierde contra el Deportivo Toluca.
En épocas recientes el Atlas sigue siendo uno de los principales productores de jugadores para el fútbol mexicano. Jugadores titulares y referentes de la selección nacional como Osvaldo Sánchez, José de Jesús Corona, Rafa Márquez, Pavel Pardo, Andrés Guardado, Jared Borgetti, comenzaron su carrera futbolística en el Atlas, sin embargo el equipo lleva demasiados años sin lograr armar un equipo competitivo.
En el torneo pasado, el equipo dirigido por Rubén Omar Romano, comenzó muy bien el torneo, incluso llegó a ser lider un par de jornadas, sin embargo hacia el final del torneo perdió gas de manera alarmante y ya en la Liguilla, fue eliminado por el América. Es por eso que la nueva directiva, encabezada por el nuevo presidente Fernando Acosta, está decidida a hacer historia, y por lo pronto se está preocupando en reforzar el plantel para conseguir un equipo competitivo.
Una de las contrataciones más sonadas del draft fue la llegada al Atlas de Diego Colotto proveniente de los Tecos de la UAG, el ex jugador de Estudiantes de la Plata llega a reforzar la central ante la salida del paraguayo Denis Caniza, que regresa al Cruz Azul, que lo tenía a préstamo.
Otro refuerzo que también llega de Tecos, es Hernán Encina, que es un medio ofensivo exquisito, ex Rosario Central, muy técnico, con muy buen toque, que llegó a la UAG para cubrir la salida del Daniel "el Hachita" Ludueña, pero no recibió muchas oportunidades, y a los seis meses de su llegada al futbol mexicano fue puesto en régimen de transferencia.
Los refuerzos nacionales que llegan al Atlas son Mario Rodríguez de Tecos, Aarón "el Gansito" Padilla, que viene del Necaxa, Eduardo Rergis que viene del Atlante y Ulises Mendivil que viene de Jaguares de Chiapas. Esto aunado a la base del equipo del torneo pasado como son Andrés Guardado, Víctor "el Negro" Medina, Nicolás Olivera, Juan Pablo Santiago y Carlos Balcázar, hacen pensar en que el equipo tiene serias posibilidades.
Las bajas para el presente torneo son Manuel "el Tripa" Pérez que fue vendido al Monterrey, Goyo Torres que fue cedido al Cruz Azul, Daniel Osorno que va a jugar en Estados Unidos, Reynaldo Navia que parece que va a jugar en Colo Colo, Denis Caniza que regresa a Cruz Azul, Luis Gradito a Dorados de Culiacán, además de Mauricio Romero y Juan Manuel García Zavala al León.
Por otra parte todavía se espera la llegada de dos delanteros. Todo apunta a que los nuevos refuerzos van a ser Mauro Boselli de Boca Juniors, y Pablo Luguercio de Estudiantes de la Plata.
Mauro Boselli es el reemplazante en Boca Juniors de Martín Palermo, es un muy buen jugador, buen rematador, con olfato goleador, con solvencia con ambas piernas y a pesar de su corta edad, pues tiene 23 años, ya tiene experiencia europea, pues el año pasado jugó en el Málaga de la Segunda División española. Ya manifestó que está ilusionado en venir a jugar al Atlas, por lo que parece que en breve va a hacerse realidad la contratación.
Pablo Luguercio, conocido como "el Payaso", a pesar de no ser delantero titular en Estudiantes de la Plata, pues esas posiciones las ocupan Mariano Pavone y José Luis Calderón, que es un viejo conocido de la afición rojinegra, Luguercio consiguió convertirse en uno de los delanteros más peligrosos del pasado torneo del futbol argentino, con siete goles entrando desde el banquillo. Es un jugador rapidísimo, con desborde y con llegada. Un jugador de 23 años, que puede explotar en el fútbol mexicano. El Atlas hizo una oferta de un millón de dólares en firme por él y parece ser que está a punto de realizarse la operación.
Este es el equipo que va a presentar e Atlas para el próximo torneo, a la espera que después de 56 años se acabe la maldición y se pueda celebrar un campeonato en la Perla de Occidente. Seguramente que a la Fiel afición Rojinegra le vendrían de perlas.

Sebastián del Amo

lunes, 11 de junio de 2007

HONDURAS DESNUDA AL TRI

Lamentable. Simplemente lamentable fue el espectáculo brindado por la Selección Nacional en lo que se lleva jugado de la Copa de Oro 2007, pero sobre todo lo mostrado el pasado 10 de junio en su partido ante Honduras, que desnudó por completo todo lo malo del equipo mexicano. Aprovechamos para hacer un breve análisis de cuáles son los problemas que detectamos:

La improvisación. A pesar de contar con una zaga defensiva muy sólida, y en la que en principio no queda mucho margen de experimentación, Hugo Sánchez probó con Jhonny Magallón y Carlos Salcido de centrales, a pesar que ambos son laterales, y con Ramoncito Morales de lateral por izquierda, siendo que él juega de extremo con vocación más ofensiva. El resultado fue que ambos centrales dieron muchas facilidades, sobre todo en el juego áereo, y a Ramòn Morales fue desbordado constantemente. En media cancha parece que Pavel Pardo y Gerardo Torrado, que sin duda son los dos mejores medios de contención con los que cuenta la selección, cuando juegan juntos parece que se estorban.
De la misma manera, Hugo Sánchez sigue ensayando al frente en donde no encuentra su delantera ideal. Pretende respetar la jerarquía de jugadores como Jared Borgetti y Blanco; intenta infructuosamente encontrarle un lugar a Francisco “Kikín” Fonseca, que en mi opinión no tiene; busca depender del talento de Adolfo “Bofo” Bautista y de Cuauhtémoc aunque es muy intermitente; y ante la baja de juego de Omar Bravo, que desde que se coronó campeón de goleo no ha visto portería, resulta que Nery Castillo aparece como la mejor opción. A Juan Carlos Cacho, a pesar de ser el delantero que llegaba a esta parte del año más embalado, todavía no le da una oportunidad.

La poca capacidad de reacción desde la banca. Se sigue sin notar la mano del entrenador, ni táctica, ni técnicamente. La Selección juega mal, su juego es previsible, chato, falto de imaginación y de propuesta. No se ve juego de conjunto y sigue confiando en el talento individual de los jugadores. De la misma manera, no parece que ni Hugo Sánchez, ni su auxiliar Sergio Egea han sabido leer los partidos. Tardan demasiado en hacer los cambios. Contra Honduras esperaron hasta que cayó el empate, bien entrado el segundo tiempo para cambiar a Ramòn Morales por el “Maza” Rodríguez, que era un cambio cantado desde la primera mitad, luego una vez que el partido estaba complicado, la apuesta a la ofensiva fue cambiar a Andrés Guardado, que era el único que había desbordado una y otra vez, por Francisco “Kikín” Fonseca, que hizo poco y nada. Por otra parte, la “mentalidad ganadora” y la “motivación especial” que Hugo Sánchez supuestamente le iba a imprimir al equipo mexicano sigue sin aparecer.

La baja de juego de algunos jugadores. Adolfo Bautista, demasiado pendiente de su contrato, se paseó en el partido contra Cuba, y parece que nunca aparece cuando juega con la selección. Omar Bravo no ha podido anotar hace ya demasiados juegos, y parece que desde que se proclamó Campeón de Goleo, le ha caido una maldición. Jared Borgetti, a pesar de ser un gran rematador ha tenido un muy mal torneo con Cruz Azul. Francisco “Kikín” Fonseca lo mismo, tuvo un muy mal torneo en Tigres y parece estar seleccionado más por amiguismo que por su nivel de juego.

Confundir la garra con la mala leche. No puede ser que un jugador con la experiencia de Cuauhtémoc Blanco se haga expulsar de esa manera tan tonta, comprometiendo no sólo el partido, sino la clasificación a la siguiente ronda. Es su segundo incidente en poco tiempo, pues en el partido “amistoso” contra Paraguay le dio un balonazo de clara impotencia al portero paraguayo. De alguna manera, este tipo de actitudes justifican el por qué Ricardo Lavolpe nunca lo consideró para su proceso. Por otra parte resulta de muy mal gusto que las tres derrotas del equipo mexicano han habido incidentes con intercambio de golpes, en los que se ha evidenciado que el equipo mexicano no sabe perder, y cuando cae no lo hace con honor.

Lucha de egos. En un vestidor en el que se encuentran los que a priori son los mejores jugadores mexicanos, que son protagonistas de sus respectivos equipos, tal vez no sea la mejor idea que sea el entrenador la persona con mayor ego. Han comenzado a haber roces que se han hecho públicos. Al final del partido contra Honduras, se supo que Carlos Salcido y Hugo Sánchez tuvieron un encontronazo que se supone que ya fue hablado y solucionado. Sin embargo esto tampoco es nada nuevo, al inicio del proceso se cuestionaba cómo iba a ser recibido Hugo Sánchez por los jugadores llamados “lavolpistas” como Rafa Márquez, Osvaldo Sánchez ó Pavel Pardo, que son los capitanes y los referentes absolutos de la Selección. Además que la figura siempre polémica de Cuauhtémoc Blanco es un elemento de tensión en un vestidor que no es para nada fácil.

Las declaraciones lamentables. Resulta bastante un mamarracho que al final de los partidos se den declaraciones como las que hemos tenido que oir. Un equipo que pretende ser el “Gigante de la zona” no se puede permitir que su entrenador al final de un partido en que el equipo de Cuba, en donde no se juega futbol profesionalmente, le plante cara al equipo mexicano y luego declare: “Nosotros jugamos mal porque la cancha estaba asquerosa…” Ó que después hacerse expulsar de la manera tan obvia e infantil como lo hizo Cuauhtémoc Blanco declare: “De los árbitros puedes esperar cualquier cosa… Este torneo es un desastre…” Desgraciadamente este tono en las declaraciones tanto las previas como las posteriores al partido no son nada nuevo, recuerdo las de Borgetti antes del partido contra Cuba que decía: “Este partido lo ganamos con los ojos cerrados…” ó la “Tomaremos revancha en la Copa de Oro…” de Hugo Sánchez posterior a la derrota contra Estados Unidos. Tal vez habría que informarle al señor Sánchez que ya estamos jugando la Copa de Oro, y fue él y nadie más, quien habló de “obligación” en salir campeones.

De esta manera se llega al tercer partido de la Copa de Oro con la obligación imperiosa de ganar el partido para poder clasificar a la siguiente ronda. México se juega su clasificación contra Panamá que es el equipo más en forma del grupo, cuenta con buenos jugadores como Blas Pérez ó Felipe Baloy entre otros, que está bien dirigido por Alexandre Guimaraes, y que sobre todo, está jugando mejor. El miercoles sabremos nuestra suerte.

Sebastián del Amo

CLAROS SIGNOS DE PREOCUPACIÓN

La última presentación de la Selección Mexicana previo a su participación en la Copa de Oro deja sin duda un mal sabor de boca en la afición. Mas allá del resultado, que fue malo, el partido deja más interrogantes que conclusiones, cosa que en mi opinión no es del todo bueno en vísperas de un torneo oficial, menos si se enlaza con otro incluso aún de mayor prestigio, como es la Copa América.

La primera interrogante, y la que más salta a la vista, es que de acuerdo a lo mostrado en los partidos amistosos previos, parece que Hugo Sánchez sigue sin encontrar su once ideal, y la posición más delicada se encuentra en la delantera. Es en esta posición es donde se denotan más dudas. Parece que Jared Borgetti va a ser titular, más por su jerarquía histórica en la Selección, que por el momento que atraviesa, aunque siempre es una referencia, y es un estupendo rematador.

Preocupa mucho la baja de juego de Omar Bravo, que a pesar de ser el actual Campeón de Goleo en México, parece que ha caído en un bache y no encuentra portería desde el final del torneo pasado.

De la misma manera, la baja de juego deFrancisco "Kikín" Fonseca ya es preocupante. Desde su partida a Portugal el jugador parece haber perdido su futbol. Sigue siendo un jugador que es todo pundonor y lucha, además de tener un enorme carisma, sin embargo eso no es suficiente y se le ve a otro ritmo y a otra velocidad. Además el hecho de haber regresado de Portugal con ese gran cartel y sobre todo con ese gran contrato no le ayuda, pues es uno de los jugadores mejores pagados del Futbol Mexicano, lo convierten de acuerdo a su rendimiento, en un jugador muy poco rentable.

Todo esto hace que Hugo Sánchez voltee a ver a Nery Castillo como una buena opción, además que se trata de una apuesta personal del propio entrenador. Sin embargo, tanto la personalidad del jugador como la pequeña telenovela previa a su convocatoria, hacen que en los ojos del aficionado aparezca como un “pecho frío”, que no siente la camiseta nacional. Esperemos por su propio bien que este jugador mexicano, de origen uruguayo, tenga buenas actuaciones, porque hay que recordar que al Guille Franco la afición aún no le perdona el hecho que haya jugado mal en el Mundial.

Por otro lado preocupa el juego de la Selección Nacional. Mucho se ha hablado que Hugo Sánchez, a diferencia de Lavolpe, puede no ser un gran estratega, pero es un gran motivador, que va a imprimir al jugador mexicano con una “mentalidad ganadora” que supuestamente no tiene.

La realidad es que hasta ahora los resultados de la Selección Mexicana han distado mucho de ser espectaculares aunque son positivos: cuatro victorias, contra Venezuela, Paraguay, Ecuador y contra Irán, dos derrotas, contra Estados Unidos, y la de ayer ante Paraguay.

Lo único es que las dos derrotas han sido particularmente dolorosas. La primera contra Estados Unidos, en lo que fue la primera presentación de Hugo Sánchez como técnico, y en la que el propio entrenador convirtión en una “cuestión de honor” el ganarle al vecino del norte. El resultado: México pierde de manera contundente con una selección estadounidense que es ampliamente superior.

La derrota de ayer, en la despedida de la selección de suelo mexicano, con el majestuoso Estadio Azteca como escenario, fue tambien dolorosa. Lo fue porque era la despedida de la selección antes de dos torneos muy importantes, después de mucho tiempo que la seleción no jugaba en el Azteca, y porque tal vez era la última vez que se iban a ver, en suelo mexicano, a jugadores simbólicos para el seleccionado como Jared Borgetti o Cuauhtémoc Blanco, portando la camiseta nacional.

Sin embargo el partido de ayer fue malo, aburrido, ante un rival que puede ser poco vistoso pero que siempre es serio, competitivo, y cuyo entrenador estaba también muy necesitado del resultado. El juego de la selección fue chato, frontal, sin imaginación. La única propuesta al frente eran las descolgadas por la izquierda de esa joya que tiene el futbol mexicano que es Andrés Guardado. A pesar que el equipo creó oportunidades, la falta de tino de los delanteros quedó nuevamente en evidencia, y desde el banquillo no hubo reacción para darle la vuelta a un equipo paraguayo que complicó en todo momento, y que logró anotar gracias a la contundencia de Óscar "Tacuára" Cardozo, delantero de Newells Old Boys de Argentina.

Hasta ahora no se ha visto al Hugo Sánchez estratega. Ó porque no ha hecho falta por las facilidades brindadas por rivales menores como Venezuela ó Irán, ó porque los contrarios han sido ampliamente superiores como Estados Unidos.

Finalmente en lo personal me preocupa que exista en la selección un mal entendimiento de lo que es la “mentalidad ganadora” que supuestamente va a imprimir en la selección. Hugo Sánchez, en su etapa como jugador, fue una persona que utilizó la confrontación y la controversia como un motivador para salir adelante. Famosos han sido sus enfrentamientos con Lavolpe, Beenhakker, Antonio Carlos Santos, Stoichov, Ablanedo, Mejía Barón, Raúl González, José Ramón Fernández, y un largo etc. Es una persona que siempre ha gustado de estar en el ojo del huracán.

En su primer partido como seleccionador nacional habló de “orgullo nacional” para vencer a Estados Unidos, habló de “obligación”. Al final del partido, los mejores jugadores que tiene México se vieron claramente superados por un equipos estadounidense mejor preparado, y el equipo del “Gran Motivador” terminó lanzando patadas de impotencia. Ayer cuando nuevamente se vieron superados por un equipo paraguayo que los envolvió en su juego canchero, se acabó el partido en un conato de bronca.

Hugo Sánchez ha hablado de la obligación de México en no sólo llegar a la final, sino ganarle a los Estados Unidos en esa instancia, para vengar la primera derrota de su proceso. Luego habla de la obligación de llegar a las semifinales de la Copa América. Por mucho que me alegra como aficionado que se establezcan objetivos tan altos, creo que no es bueno pecar de prepotentes.

Al contrario hay que valorar lo mucho que ha crecido la competencia tanto en Centro América, Norte América, como el Caribe. La selección de Honduras cuenta con jugadores de experiencia internacional como Carlos Pavón, que es un viejo conocido de futbol mexicano, Carlos Costly del GKS Belchatow de Polonia, Iván Guerrero del Chicago Fire de EUA, varios jugadores de la Liga China, como Luis Alfredo Bombero Ramírez del Guangzhou Pharma, Samuel Caballero y Victor Mena del Changchun Yatai, Water Martínez y Elvis Scott del Beijing Gouan, varios de la Liga Italiana, como Edgar Álvarrez del Messina, Julio César Rambo Ramírez del Genova, David Suazo, Edwin García, ó Milton García del Cagliari.

Panamá es un país que ha crecido mucho, y que es el actual subcampeón de la Copa de Oro, está entrenado por el brasileño Alexandre Guimaraes que participó con Costa Rica en el pasado Mundial de Alemania 2006, y que tienen a todos sus jugadores repartidos en varios clubes del mundo. Ahí tenemos a Blas Pérez, goleador del Deportivo Cúcuta, que está a punto de llegar a la final de la Copa Libertadores. Pero hay otros jugadores como José Luis Garcés del Belenense de Portugal, Felipe Baloy del Monterrey de México, jugadores de la MLS, como Roberto Brown del Colorado Rapids, Luis Tejada ex Real Salt lake, de la Liga Colombiana como Orlando Rodríguez y Román Torres del Equidad, ó Luis Moreno y Gabriel Gómez del Santa Fe, de Islander de Puerto Rico, como Alberto Zapata, Victor Herrera y Gustavo Águila, José Torres del Victoria de Honduras, Eduardo Jiménez del Águila de El Salvador, ó Luis Gallardo del Pérez Zeledon de Costa Rica.

De la misma manera no hay que descuidar a otros equipos como El Salvador, dirigido por Carlos de los Cobos, que es un viejo conocido del Futbol Mexicano, Guatemala con Hernán Bolillo Gómez, ó Jamaica con Bora Milutinovich, que tiene un colmillo largo y retorcido. Eso sin contar con los anfitriones, los Estados Unidos, a los que no se les ha podido desde hace demasiado demasiados años.

Ganar la Copa de Oro no va a ser nada fácil, mucho menos la Copa América, para hacerlo hay que partir de la humildad y del respeto al contrario además de la cultura del trabajo, porque con la camiseta no le vamos a ganar a nadie. Esa idea del “Gigante de la Zona” queda muy en entredicho, porque la realidad es que no tenemos memoria pero la primera victoria sobre Costa Rica, en suelo mexicano, se dio hasta finales de la década de los cincuentas.

Más que una “mentalidad ganadora”, que en mi opinión ya la tienen los futbolistas mexicanos, puesto que Hugo Sánchez no ha tenido que ver en los éxitos de Rafa Marquez en Barcelona, de Pavel y Osorio en Stuttgart, ó de Salcido en Eindhoven, creo que lo que el entrenador lo que le va a imprimir al equipo es un estílo, que no necesariamente es lo que necesita en este momento la selección mexicana.

En la actualidad tenemos una generación de futbolistas mexicanos de un enorme talento en varias posiciones, eso sin contar a los prospectos de la sub 20, que a mediano plazo prometen darnos alegrías. Ahora lo que más necesita la Selección Mexicana es un entrenador que sepa amalgamar en un buen equipo a los buenos jugadores con los que contamos. La presgunta es:
¿Es Hugo Sánchez la persona indicada para hacerlo?…

Sebastián del Amo