miércoles, 10 de enero de 2007

Hugo Sanchez: tecnico nacional...

El pasado jueves 16 de Noviembre, como parte del Congreso del Futbol de la ciudad de Pachuca, fue elegido Hugo Sánchez como el nuevo técnico de la Selección Nacional. Los dueños del balompié mexicano se reunieron para revisar un supuesto proyecto de trabajo y tomaron esta decisión de manera unánime y consensuada luego del retiro voluntario de Américo Rubén Gallego a la candidatura por “el bien del futbol mexicano”.
Resulta ocioso debatir si esta decisión fue la acertada o no, pues Hugo Sánchez era el candidato natural, incluso antes de alzarse con el bicampeonato en Pumas. Sus méritos como futbolista están por encima de toda duda, y deben llenar de orgullo a toda la comunidad fubolística de nuestro país, además que es perfectamente válido que las federaciones nacionales le den la oportunidad a sus símbolos para hacerse cargo de las riendas de sus selecciones, al igual que hace Brasil con Dunga, Italia con Donadoni, Holanda con Van Basten, y guardando las distancias, Bolivia con “Platini” Sánchez, ó Costa Rica con Hernán Medford. Sin embargo después de toda una pantomima que hizo la Federación Mexicana de Futbol para dar un nombramiento que era algo cantado, me parece poco afortunado que se comience un nuevo ciclo envuelto en la polémica.
Se ha comenzado a hablar de la validez de las primeras declaraciones de Hugo, en su primera rueda de prensa, acerca de la posibilidad de que jueguen jugadores nacionalizados, y de si la renuncia de Gallego tiene que ver con no echarse de Hugo Sánchez como un poderoso enemigo, al igual que le pasó a Lavolpe.
El debate sobre los nacionalizados me parece un poco absurdo por una cuestión de historia personal, pues en mi caso, siendo hijo de una refugiada española que se casó con un chileno, para tener un hijo en París, y criarlo en México, reconozco que tengo un poco distorsionado el sentido de la Nación, pues creo que independientemente del lugar de nacimiento, que es una cosa accidental, la gente es de donde se siente, y yo por eso me siento y soy mexicano. Por eso me pregunto… ¿Nery Castillo se siente mexicano o uruguayo?… Él nació aquí, porque su padre jugó un par de años en México… Iturriaga, el chico este que juega en el segundo equipo del Atléthic de Bilbao… ¿Es mexicano o es vasco?… También nació aquí… Pero si es mexicano… ¿Cómo es que juega en el Atléthic de Bilbao, si ahí sólo juegan vascos por política del club?… ¿Por qué Giovanni Dos Santos decidió jugar por México?… Podía jugar por Brasil y por España, de hecho se lo ofrecieron… ¿Por qué el “Pipita” Higuaín, la jóven estrella de River Plate, acaba de declinar la invitación para jugar con Francia?… ¿No le convenía jugar junto a Henry, Trezeguet o Makelele?…
En el caso de la Selección, lo que llama la atención es que parte de la campaña anti- Lavolpista que realizó Hugo Sánchez en los medios (que llegó incluso a distribuir curriculums en el medio tiempo del México- Portugal en Alemania 2006), uno de sus principales argumentos era que si él llegaba nunca utilizaría a nadie que no hubiera nacido en México, en un ataque frontal a la convocatoria del Guille Franco y de Zinha, y que ahora que llegó, deja abierta la posibilidad de llamar al que sea. Creo que sería un error de su parte si no lo hace, porque repito que me parece una tontería. Además que vale la pena preguntarse la validez que una persona como Hugo, que está casado en la actualidad con una española (con la que me parece tiene dos hijas), y que utiliza su pasaporte español (porque lo tiene) para entrar a España a visitar el piso que tiene junto al Santiago Bernabeu (porque tambien lo tiene, no es borma).
Esta semana, por ejemplo, Rafa Márquez se nacionalizó como ciudadano español para liberar una de las plazas extracomunitarias en el Barcelona, lo que hallanaría la contratación de Rodrigo Palacios, el delantero del Boca Juniors… ¿Esto lo hace menos mexicano?… ¿Puede dejar de ser convocado el capitán de nuestra selección?… ¿La decisión de nacionalizarse español fue profesional o sentimental?… La respuesta es clara…
Este argumento obedece más a una campaña politica, como en el caso de Hugo, en la que se utiliza una figura patriotera para obtener algún beneficio personal, porque desde siempre se han utilizado jugadores nacionalizados. El mejor jugador de la historia del futbol español, Alfredo Di Stéfano era argentino, al igual que la mitad de la selección italiana campeona del Mundo en 1934, cuya estrella más importante era Luis Monti. En México, el primer jugador naturalizado era un peruano, cuyo nombre no recuerdo, que jugó para México en 1935, y desde entonces jugadores argentinos, brasileños y españoles han sudado la camiseta nacional. En la actualidad practicamente todas las potencias europeas tienen naturalizados. Es el caso de Marcos Senna y Mariano Pernía en España, Camoranesi en Italia, Podolswki y Klose en Alemania, eso sin contar a la selección de Francia que merece un capítulo aparte.
Francia cuenta con unas de las políticas anti- migratorias más estrictas de Europa, pues el hecho de haber nacido en su territorio nacional no garantiza la nacionalidad. La nacionalidad se pasa de padres a hijos, independientemente del lugar de nacimiento. Es por eso que una buena parte de la enorme comunidad árabe y africana que vive en Francia se encuentra en un vacío legal, pues no son de ni franceses, ni de sus países de origen, puesto que han nacido en Francia, son los “Clandestinos” que denuncia Manu Chao en sus canciones, y que últimamente han participado en los disturbios en los suburbios de París y otras ciudades francesas.
Sin embargo todas estas estrictas leyes se flexibilizan en el caso de sus atletas, y su selección presenta un crisol de nacionalidades que haría suponer que Francia es el auténtico país de las oportunidades… Thuram nació en las Islas Guadalupe, Makelele en el Congo, Malouda en la Guyana, Vieira en Senegal, Trézeguet es de origen argentino, Dhorasoo es indio, y Zidane, argelino, por mencionar a los más conocidos.
Creo en todo caso que ahora se le está revirtiendo parte de la campaña que Hugo mantuvo en contra de Lavolpe, en la que se servía de cualquier cosa para criticar al director técnico.
La antipatía personal entre Hugo y Lavolpe, viene desde los tiempos en que los dos eran jugadores. Hugo le metió tres goles a Lavolpe en un partido, uno de ellos de chilena, y Lavolpe declaró a la prensa que nunca en la vida le volvía a meter tres goles, y muchísimo menos de chilena. Al siguiente partido entre Pumas y Atlante, Hugo le metió tres goles, y el último de chilena. Desde entonces se caen como patada en los huevos. Esta enemistad, se acrecentó cuando Lavolpe dirigió a Hugo en el Atlante a su salida del Real Madrid.
Sin embargo no hay que olvidar que Hugo se viene candidateando para dirigir la selección desde que se peleó con Miguel Mejía Barón, porque no lo metió en la Copa América de Ecuador en 1993, y en esa época todavía era jugador en activo, y ni siquiera había tomado el cursillo de entrenador. Aunque también hay que recordar que unas semanas después se peleó con Raúl González y se dijo estar listo para dirigir el deporte nacional y hacerse cargo de la CONADE, cargo que ocupa hoy Carlos Hermosillo.
La problemática que siempre ha tenido Hugo, es su gusto por ser el centro de la polémica, de hecho estoy seguro que es por eso que varios dueños de equipos no estaban del todo seguros en su nombramiento. Seguramente es también por eso que Gallego dio un paso al costado, porque tener encima a Hugo Sánchez criticando lo que haces o dejas de hacer, debe ser algo insoportable. Además que comparado con Lavolpe, no tiene tanta aceptación en el medio mexicano como para echarse un enemigo tan poderoso. La decisión de Gallego fue inteligente y muy elegante. Aunque en lo personal creo que era la mejor opción, pues no solo lo ganó todo como jugador (Campeón del Mundo en Argentina ´78), sino que ha hecho campeón a todos los equipos que ha dirigido (River Plate, Independiente y Newell´s Old Boys en Argentina, y el Toluca en México).
Es legitima pues la preocupación que manifiesta la prensa del protagonismo que pueda llegar a tomar Hugo en la selección. Pues no hay que olvidar que no es la selección de Hugo, ni que vamos a invertir millones de dólares y toda una generación de futbolistas mexicanos en algo que sólo le sirva de plataforma para su aspiración a dirigir el Real Madrid. Esperemos que esa supuesta “mentalidad ganadora” que tiene Hugo se materialise en resultados concretos para el futbol mexicano. Ya nos prometió que con él seríamos campones del Mundo, por lo que cualquier otro resultado lo deberiamos considerar un fracaso.
Veremos pues cómo nos va, y habrá que darle el beneficio de la duda. Aunque yo en lo personal creo que teniendo a Carlos Hermosillo dirigiendo el deporte nacional, a Hugo Sánchez dirigiendo la selección, y a Felipe Calderón dirigiendo al país, nos vamos a aburrir de declaraciones poco afortunadas y de resultados más bien pobres. Ya veremos cuál de los tres llega mejor a Sudáfrica 2010. Y que Dios reparta suerte.

Sebastián del Amo

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